viernes, 14 de agosto de 2009
Subverdivisiones
¿A donde fue a parar ese espíritu revolucionario de la joventud argentina después de la década del '70? ¿Donde quedaron los centros de estudiantes que se preocupaban por algo más que la falta de cortinas en el aula? ¿Donde están los verdaderos líderes que hacían que la gente se movilice sin necesidad de aparecer en la tele cantando, bailando o contando chistes malos? Pero sobre todas las cosas, ¿en qué momento lograron dividirnos de tal manera, que siempre nos peleamos con quien nos tenemos que aliar y nos terminamos aliando con quien nos quiere dividir?
**Voy a aclarar un par de puntos con respecto a lo dicho; no creo que la solución, ni la manera adecuada de protestar sea a través de piquetes y cortes de ruta, pero si puedo diferenciar entre un piquete y otro...más allá de justificarlo. Por otro lado, también cabe la aclaración de que a los pequeños y medianos productores si podían arruinarlos las retenciones y que tenían grandes motivos para estar alterados. Y sigo sin justificar NINGUNO de los piquetes mencionados.
domingo, 28 de junio de 2009
el inquilino
domingo, 21 de junio de 2009
¿Evolución? Bien, gracias...
en el momento indicado: ¡contándome que luciana salazar es virgen!
¡Que notición boludo! No sólo que no le creo un carajo, sino que ¿que
catzo me importa a mí? Aaaah nooo ya sé..si yo soy más pancho de
lo que pensaba...a NADIE realmente le importa un catzo la virginidad
de la rubia...pero VENDE. Parece ser que lo que inició el Negro Olmedo
sigue vigente después de más de 20 años...que digo vigente, está
más "on fire" nunca. Como si no fuera suficiente que las mujeres sean
tratadas como objetos diariamente en la vida cotidiana, Tinelli, Gelblung
y Cía. se encargan de llevarlo al extremo grotesco y de hacer un
negocio en los que los únicos que ganan son ellos y sus "asociados".
Creanme que nunca voy a llegar a entender el éxito de esta gente. No
voy a negar que las mujeres son sumamente agradables a la vista,
pero la gran mayoría de ellas, son más que una cara (y un culo,
piernas, cintura y un par de tetas) bonita, y aunque no lo fueran, no
hace falta mostrarlas como carnada frente a millones de personas 7
días a la semana casi 24 horas al día. No me preocupa tanto que la
gente grande lo vea, de última cada uno decide que mira y que no,
pero cuando hay nenes de por medio...esto se torna perverso.
Millones de nenes (nenes=genérico=ambos sexos) que ya de chiquitos
van absorbiendo en su cabeza que las mujeres sirven para poco más
que reproducirse.
Al desprecio de la sociedad por el sexo femenino se suma la idiotez
colectiva de nuestra población en general que la televisión se encarga
de evidenciar, aunque no lo queramos ver. ¿Por qué digo colectiva?
Porque si nos agarrás de a uno, la mayoría somos inteligentes y
tenemos pensamientos que valen la pena, pero como sociedad, desde
que volvió la democracia, no valemos ni dos pesos. El mayor éxito de
la dictadura está a la vista, sobre todo en las universidades: a nadie le
importa un carajo de lo que le pasa al otro, pero sobre todo, a nadie le
importa un carajo de lo que pasa en el país. A nadie le importa un
carajo que cada día somos más una colonia de Estados Unidos, pero si
juega la selección, las leonas o los pumas, somos todos más
argentinos que la escarapela. A nadie le importa un carajo de que cada
día nacen miles de chicos en villas que ya antes de llegar a este mundo
están condenados, ahora si al campo le tocan el bolsillo y decide parar
el país, todos tenemos que apoyarlo porque somos argentinos y debemos solidarizarnos con nuestros hermanos chacareros. A nadie le importa un carajo de que vengan las elecciones en una semana, si en realidad todos vamos a votar al que nos caiga más simpático de Gran Cuñado. A nadie le importa un carajo lo que hayan hecho Belgrano, San Martín, Moreno y tantos otros para que todos nosotros podamos ser una sociedad libre, si total, para próceres ya los tenemos a Tinelli, Chiche, Bilardo, Rial, Veira y tantos otros zoretes televisivos. Y a nadie le va a importar un carajo lo que yo le diga, porque no tengo suficiente simpatía, ni plata, ni "sex appeal" (que chistoso término) como para ser escuchado.
¿Será que realmente no hemos evolucionado nada? ¿Será que
seguimos siendo los cavernícolas que llevaban a sus hembras a la
rastra y de los pelos? No sé ustedes, pero yo estoy harto de que me tomen por idiota y si alguien más siente lo mismo, hágamelo saber, capaz que si somos unos cuantos y nos organizamos, logramos cambiar algo...y que sea para mejor.
miércoles, 10 de junio de 2009
Dos años
viernes, 5 de junio de 2009
Creici Draivers
Me ha pasado en numerosas ocasiones (por no decir a diario, prácticamente) ir manejando mi auto y ver que alguien realiza una que otra maniobra cuanto menos...torpe. Autos que pasan cuadras y cuadras detrás de un colectivo o camión sin animarse a pasarlo, o hacen diez maniobras para estacionar un auto del tamaño de un 147 en un espacio en el que tranquilamente podría entrar un falcon, o que van a 30 km/h en el carril izquierdo (esta última particularmente me saca de quisio). A riesgo de sonar machista, debo decir que siempre que me pasa pienso "seguro que es una mina" y si bien hay muchos casos en que no consigo comprobarlo, en la mayoría de los que si puedo comprobar quien comandaba el vehículo, mi augurio resulta cierto. Sin embargo, antes de que aquellos lectores de sexo femenino decidan abandonar esta lectura por considerarla sexista, quiero repasar algunas estadísticas.
En la Argentina hasta la fecha se han registrado más de 5 mil accidentes de tránsito graves. La participación real de mujeres en estos es tan solo de un mísero %3,2, dejando por supuesto el %96.8 restante en manos de hombres (tomemos en cuenta por supuesto, que son muchos más los hombres que manejan, sobre todo en ruta que es donde se producen la mayoría de los accidentes graves). ¿Quiere decir esto que las mujeres entonces manejan mejor que los hombres? Bueno, eso depende de que entendamos por "manejar mejor". Si decimos que quien respeta las normas de tránsito, no sobrepasa los límites de velocidad y no realiza maniobras de riesgo es un gran piloto, entonces las mujeres sin duda ganan por goleada (exceptuando algunos casos en particular por supuesto). Ahora bien, si aquel que optimiza el tiempo al máximo para trasladarse de un lugar a otro, que es capaz de estacionar el auto en apenas 2 o 3 maniobras en un espacio sumamente reducido o que realiza magistrales "demostraciones" de habilidad de manejo en situaciones límite (como para evitar un inminente choque) es considerado un as del volante, entonces sin duda quienes llevarían ventaja serían los hombres. Es cierto que es un tanto contradictorio decir que se tiene habilidad para evitar accidentes si en realidad está demostrado que somos los principales en causarlos, pero debo decir que en mi experiencia, es mucho más fácil causar un accidente que evitarlo; incluso siendo prudente.
Teniendo en cuenta todo lo dicho, debo sacar una conclusión: puedo decir que sin dudas, los hombres son muchísimo más hábiles al comando del automóvil, pero no caben dudas que la torpeza de las mujeres es completamente inofensiva comparada con la imprudencia de los hombres. Tal vez sería hora de dejar nuestro machismo de lado y aprender a manejar con mas "tranquilidad"...como ellas.
martes, 2 de junio de 2009
Hipoglesía
Si bien han habido, a pesar de todo, ciertas excepciones de parte de esta gente, como es el caso de Monseñor Romero de El Salvador, sólo basta con ver en qué terminan: en 1980 después de oponerse por años a la represión que sufría su pueblo y tras su memorable discurso al ejército salvadoreño, lo mataron a sangre fría, de día, en la capilla de un hospital, mientras daba misa frente a su gente (curiosamente un 24 de marzo). El papanatas de turno, Juan Pablo II, guardó silencio. Y no era la primera vez que lo hacía ni tampoco sería la última. Romero ya le había hecho saber en varias oportunidades la situación desesperante que atravesaba su pueblo a través de comunicados e incluso lo había hecho personalmente en febrero de ese año. El Papa hizo oídos sordos, al igual que en 1982 cuando visitó nuestro país durante la efímera ocupación Argentina de las Islas Malvinas. Llegó, dió su discurso, pero se cuidó especialmente de utilizar palabras como "guerra", "soldados", "islas" o cualquier otra que tuviera que ver con el conflicto que atravesábamos en ese momento con Gran Bretaña. Tampoco dijo nada acerca de la Dictadura que castigaba a la Nación a pesar de que sabía perfectamente la situación que sufríamos los argentinos.
De todas maneras era preferible tener a Juan Pablo II antes que a Benedicto XVI. Este hombre no puede ser considerado un simple papanatas. Este hombre es peligroso. Perteneciente a la Congregación para la Doctrina de la Fe, institución heredera de la Inquisición, ¿que se podía esperar de él? Comenzó en 1986 con su "Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales". De más está decir que hablaba de la homosexualidad como si fuera una enfermedad y utilizaba términos como "objetivamente desordenada" o "intrínsecamente malo" para referirse a ella. Años después, en Julio de 1992, envía a una carta a los obispos de EE.UU. titulada: "Algunas consideraciones concernientes a la Respuesta a propuestas de ley sobre la no discriminación de las personas homosexuales". El contenido de la misma básicamente deja en claro que apoya abiertamente la discriminación de personas homosexuales en ciertos ámbitos sociales (adopción, profesorado o entrenadores deportivos y en el ejército). Siguiendo con esta ideología, en 2003 publica las "Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales" (al menos se digna a llamarlos "personas"). No hace falta aclarar su postura, pero si podemos decir que califica a dichas uniones como "graves depravaciones" y que no deben recibir aprobación "en ningún caso". * Dos años después El Vaticano haría público un documento titulado "Sobre los criterios de discernimiento vocacional de las personas con tendencias homosexuales" que afirma que "no se puede admitir al seminario ni al orden sacerdotal" a quienes "practican la homosexualidad", a quienes "presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas" y a quienes apoyan la cultura gay. Finalmente este año en su viaje por el continente africano se dedicó a predicar en contra del uso del preservativo; considerando que África es el lugar donde más casos de SIDA hay en el mundo, podemos decir que es una actitud cuanto menos, irresponsable.
¿Cuantos muertos tiene en su placard la Iglesia? Es incalculable. Tendríamos que tomar en cuenta tantos hechos nefastos, que nos llevaría una vida averiguar a ciencia cierta tal cifra. ¿Como es que se llenan la boca hablando de votos de castidad, de abstención, de confesar los pecados teniendo entre sus filas a tantos abusadores de menores? Fortunas gastan en abogados defensores para tapar los escándalos con sus curas, y cuando se les pregunta al respecto optan por el silencio. ¿Por que nadie los detiene? Porque es imposible. No sólo por ser y estar siempre al lado de los poderosos. Tienen a su favor algo invaluable: el apoyo de la enorme mayoría de la población mundial. La Iglesia no sería nada de no ser por los miles de millones de "fieles" que los siguen; a la Fe no hay con que darle. Podría dar muchos argumentos para poner en evidencia que lo que dice la Biblia es mentira, pero no hay peor sordo que el que no quiere escuchar o como dijo Yub Le alguna vez "Y jamás podrás igualarme en mi forma de entender y jamás podrás enseñarme lo que no quiera aprender". ¿Por que la Fe es tan poderosa? Porque es la mayor excusa que tiene el hombre para desligarse de sus responsabilidades. No hay mejor manera de evitar hacerse cargo de lo que uno hace que depositar la "culpa" en un ser inexistente.
miércoles, 27 de mayo de 2009
5 cosas para empezar
La verdad que ya estoy cansado de tolerar las cosas que voy a describir a continuación pero me he dado cuenta que no tienen solución, por lo tanto he decidido que ha llegado la hora de hacer catarsis escrita. A continuación, para inaugurar mi blog, detallo algunas de las cosas que todos podríamos evitar para hacer de mis días un poco más agradables:
Número 1: NO hablar, dejar el celular prendido, o llevar bebés al cine. Siendo un amante del séptimo arte, debo decir que detesto estos episodios que se repiten una y otra vez con el pasar del tiempo. No me molestan pequeños comentarios por lo bajo, pero ponerse a charlar, discutir, reírse (mientras no sea una comedia, claro está), etc...a los gritos...¿es necesario? Sobre todo cuando lo que se está hablando no tiene nada que ver con la película en cuestión. Ni hablar de los que les suena el celular y como si esto fuera poco, ¡¡lo atienden!! o los bebés que se ponen a llorar en medio de la sala (pobres mocosos no tienen la culpa, pero qué molestos son).
Número 2: NO traten de llevarme por sus caminos políticos o religiosos.Aclaremos esto desde un principio: NO ME INTERESA NINGÚN PARTIDO POLÍTICO NI CREENCIA RELIGIOSA. Creo que estas dos tienen mucho en común: siempre fueron una mierda, vinculados al poder, una mentira y se utilizaron para manipular a la gente desde que el hombre es hombre. Mis disculpas a aquellos que crean en alguna de estas cosas no es mi intención ofenderlos, es más, mientras no intenten inculcarme sus creencias, no me molestan en lo más mínimo y les debo mi respeto. Aclaro, mi respeto es hacia la gente que tiene fe de corazón, no hacia aquellos líderes que tienen el control de la situación y lo utilizan para acumular más poder y dinero.
Número 3: NO me manden cadenas de correo electrónico. No es sólo que no me interese lo que tienen para decir, sino que además, me importa muy poco. Sinceramente creo que no modifican absolutamente nada de nuestra realidad. En especial me molestan esas que intentan darte una lección de vida (esas que muy seguido se titulan: "inténtalo, juntos podemos cambiar el mundo" o "aplícalo" o algo así), cuando es evidente que ni los que las hicieron saben que hacer con la suya, porque si dedican su tiempo a "crear" este tipo de cosas, realmente tienen mucho tiempo libre en su vida y no saben en que gastarlo.
Número 4: NO salgamos los fines de semana a pelearnos a golpes con otra gente que sale los fines de semana. Acá voy a intentar darle la mayor seriedad posible al asunto, es algo que me preocupa de verdad. ¿Cómo puede ser que no pase un fin de semana sin disturbios? ¿Cuál es la necesidad de demostrar quien es más malo, quien se la aguanta más, quien pelea mejor? ¿No podemos terminar nuestras salidas en paz? ¿Acaso la idea de salir no es divertirse, o será que lo que realmente divierte es probar nuestra hombría a las trompadas? Francamente, es algo que escapa a mi poder de entendimiento.
Número 5: ¡NO llamarme Joaquín!Sé que esto va a sonar muy estúpido, pero detesto que me llamen por mi nombre. Es impersonal, a pesar de que me digan lo contrario, suena a que me están retando (eso sin dudas se lo debo a mi madre) y no es que no me guste, pero teniendo tantos apodos y sobrenombres, el uso de "Joaquín" puede tranquilamente reducirse a la proporción mínima y absolutamente necesaria para la vida.
Siguiendo esta pequeña "guía", no creo que se presenten mayores inconvenientes para que nos llevemos de mil maravillas. Si no les interesa que nos llevemos bien, ahora tienen una gran ventaja, ya que conocen 5 de las cosas que más me molestan en este planeta. Y si quieren conocer más, visiten mi blog con frecuencia...