"Todos somos muy ignorantes. Lo que ocurre es que no todos ignoramos las mismas cosas"

Albert Einstein

domingo, 28 de junio de 2009

el inquilino

...vacío...como que...mi cerebro dijo "basta"...si es que se lo puedo atribuir a mi cerebro. Más bien, es ese inquilino que tiene uno adentro...que es mucho (muchísimo) más sabio que uno...que sabe de antemano cuando uno se va a mandar una cagada, pero uno no siempre lo escucha, uno no siempre logra escucharlo. Si el inquilino nos hace saber que algo está mal...es porque ese "algo" está mal. Será que a veces habla otro idioma, debe ser por eso...el mío se ve que habla coreano casi siempre, o kichua (si es que se escribe así) porque lo ignoro seguidito...lamentablemente. Pero mi cerebro también tiene que ver...mi cerebro a esta altura debería haber notado que no soy de esas personas que se inclinan por las decisiones correctas en los momentos indicados, ya debería haber encontrado una manera para que el inquilino y yo nos entendamos mejor...no sé, un diccionario, un traductor, que le suba el volumen aunque sea...¿o serán mis neuronas? ¿Será que mis neuronas no están haciendo sinapsis correctamente? ¿No son las neuronas las encargadas de la comunicación en el cuerpo? ¿O estoy diciendo una burrada? Alguien se tiene que hacer responsable por estas cosas. ¿Mi boca? ¿Mis manos? ¿Mis pies? Mmmmh, no...ellos son simples artefactos que en general hacen lo que uno les pide y cuando no, es porque no tenemos muy claro que es lo que queremos. ¿Quién será entonces? ¿Quién está fallando en la comunicación entre el inquilino y yo? ¿DIOS? Pero si ni siquiera creo en Él...al menos no de la manera convencional. Pero, ¿y si fuera Él? ¿Y si se hubiera enojado porque no voy a la Iglesia o porque me la paso diciendo herejías o cometiendo pecados? En ese caso, conozco unos cuantos que les tendría que ir mucho peor (no los voy a nombrar, voy a intentar no pensar en ellos tampoco, no sea cosa que en realidad Tatita God no los haya descubierto aún y yo los termino mandando al muere). No, "el Señor" no tiene nada que ver en este asunto (aunque me podría tirar un centro de vez en cuando). ¿Quién será entonces? Sé que repetí la pregunta...pero es que no consigo encontrar al culpable. ¿Lo conoceré? ¿Creeré conocerlo al menos? ¿Y si fuera un desconocido? Tal vez es eso...tal vez a algunos nos tocó que el responsable sea un tercero (o cuarto, o quinto) y entonces, al no conocernos, no sabe lo que queremos en realidad (si ni siquiera sabemos bien que queremos nosotros, ¿que vamos a saber lo que quiere el resto?) ¿Y si le digo lo que quiero...así deja de batirla? Quiero....quiero...¿qué quiero? Un amplificador para mi guitarra no vendría mal...pero vayamos más allá de lo material. ¿Y que hay más allá de lo material? ¿Mi problema no será que me concentro demasiado en lo que está a la vista, y por ende le pierdo pisada a lo esencial? ¿Y si el problema fuera yo? Traté de pensar que es lo que quiero...y no pude pensar mas allá de un Marshall...tocar bien la guitarra...aprender a escribir...salir de joda a más no poder...recibirme...enamorarme...formar una familia...mmmmh, estoy yendo demasiado lejos...o tal vez no...tal vez sea hora de pensar que cosas me importan en esta vida. Esa debe ser la manera de llevarse bien con el inquilino...o al menos, de no andar a las patadas con uno mismo...

domingo, 21 de junio de 2009

¿Evolución? Bien, gracias...

Anoche tuve la suerte de encontrarme al programa de chiche gelblung
en el momento indicado: ¡contándome que luciana salazar es virgen!
¡Que notición boludo! No sólo que no le creo un carajo, sino que ¿que
catzo me importa a mí? Aaaah nooo ya sé..si yo soy más pancho de
lo que pensaba...a NADIE realmente le importa un catzo la virginidad
de la rubia...pero VENDE. Parece ser que lo que inició el Negro Olmedo
sigue vigente después de más de 20 años...que digo vigente, está
más "on fire" nunca. Como si no fuera suficiente que las mujeres sean
tratadas como objetos diariamente en la vida cotidiana, Tinelli, Gelblung
y Cía. se encargan de llevarlo al extremo grotesco y de hacer un
negocio en los que los únicos que ganan son ellos y sus "asociados".
Creanme que nunca voy a llegar a entender el éxito de esta gente. No
voy a negar que las mujeres son sumamente agradables a la vista,
pero la gran mayoría de ellas, son más que una cara (y un culo,
piernas, cintura y un par de tetas) bonita, y aunque no lo fueran, no
hace falta mostrarlas como carnada frente a millones de personas 7
días a la semana casi 24 horas al día. No me preocupa tanto que la
gente grande lo vea, de última cada uno decide que mira y que no,
pero cuando hay nenes de por medio...esto se torna perverso.
Millones de nenes (nenes=genérico=ambos sexos) que ya de chiquitos
van absorbiendo en su cabeza que las mujeres sirven para poco más
que reproducirse.

Al desprecio de la sociedad por el sexo femenino se suma la idiotez
colectiva de nuestra población en general que la televisión se encarga
de evidenciar, aunque no lo queramos ver. ¿Por qué digo colectiva?
Porque si nos agarrás de a uno, la mayoría somos inteligentes y
tenemos pensamientos que valen la pena, pero como sociedad, desde
que volvió la democracia, no valemos ni dos pesos. El mayor éxito de
la dictadura está a la vista, sobre todo en las universidades: a nadie le
importa un carajo de lo que le pasa al otro, pero sobre todo, a nadie le
importa un carajo de lo que pasa en el país. A nadie le importa un
carajo que cada día somos más una colonia de Estados Unidos, pero si
juega la selección, las leonas o los pumas, somos todos más
argentinos que la escarapela. A nadie le importa un carajo de que cada
día nacen miles de chicos en villas que ya antes de llegar a este mundo
están condenados, ahora si al campo le tocan el bolsillo y decide parar
el país, todos tenemos que apoyarlo porque somos argentinos y debemos solidarizarnos con nuestros hermanos chacareros. A nadie le importa un carajo de que vengan las elecciones en una semana, si en realidad todos vamos a votar al que nos caiga más simpático de Gran Cuñado. A nadie le importa un carajo lo que hayan hecho Belgrano, San Martín, Moreno y tantos otros para que todos nosotros podamos ser una sociedad libre, si total, para próceres ya los tenemos a Tinelli, Chiche, Bilardo, Rial, Veira y tantos otros zoretes televisivos. Y a nadie le va a importar un carajo lo que yo le diga, porque no tengo suficiente simpatía, ni plata, ni "sex appeal" (que chistoso término) como para ser escuchado.

¿Será que realmente no hemos evolucionado nada? ¿Será que
seguimos siendo los cavernícolas que llevaban a sus hembras a la
rastra y de los pelos? No sé ustedes, pero yo estoy harto de que me tomen por idiota y si alguien más siente lo mismo, hágamelo saber, capaz que si somos unos cuantos y nos organizamos, logramos cambiar algo...y que sea para mejor.

miércoles, 10 de junio de 2009

Dos años

Dos años hacen ya, y me parece que fue ayer que llegaron mis tías a comunicarme hasta el día de hoy la noticia más dolorosa de mi vida. Dos años que se apagó su voz, a pesar de que día a día todos nosotros nos encargamos de hacerla sonar de nuevo: leyendo sus escritos, escuchando sus canciones, recordando anécdotas. Dos años y aún no estoy seguro de saber que significa ese tiempo, si en realidad es tan relativo. Dos años, 20 horas y 27 minutos tardé en caer en la cuenta de que era hora que le escribiera algo. Dos años y todavía siento que no puedo ni comparar mi talento para escribir con el suyo, pero de alguna manera debía rendir mi homenaje a un Grande como él. Dos años y sigo arrepintiéndome de no haber llegado a conocerlo mejor. Dos años y sigo recordando mi última conversación con él. Dos años...y no ha pasado un día sin que me acuerde de Yub Le...

viernes, 5 de junio de 2009

Creici Draivers

Me ha pasado en numerosas ocasiones (por no decir a diario, prácticamente) ir manejando mi auto y ver que alguien realiza una que otra maniobra cuanto menos...torpe. Autos que pasan cuadras y cuadras detrás de un colectivo o camión sin animarse a pasarlo, o hacen diez maniobras para estacionar un auto del tamaño de un 147 en un espacio en el que tranquilamente podría entrar un falcon, o que van a 30 km/h en el carril izquierdo (esta última particularmente me saca de quisio). A riesgo de sonar machista, debo decir que siempre que me pasa pienso "seguro que es una mina" y si bien hay muchos casos en que no consigo comprobarlo, en la mayoría de los que si puedo comprobar quien comandaba el vehículo, mi augurio resulta cierto. Sin embargo, antes de que aquellos lectores de sexo femenino decidan abandonar esta lectura por considerarla sexista, quiero repasar algunas estadísticas.

En la Argentina hasta la fecha se han registrado más de 5 mil accidentes de tránsito graves. La participación real de mujeres en estos es tan solo de un mísero %3,2, dejando por supuesto el %96.8 restante en manos de hombres (tomemos en cuenta por supuesto, que son muchos más los hombres que manejan, sobre todo en ruta que es donde se producen la mayoría de los accidentes graves). ¿Quiere decir esto que las mujeres entonces manejan mejor que los hombres? Bueno, eso depende de que entendamos por "manejar mejor". Si decimos que quien respeta las normas de tránsito, no sobrepasa los límites de velocidad y no realiza maniobras de riesgo es un gran piloto, entonces las mujeres sin duda ganan por goleada (exceptuando algunos casos en particular por supuesto). Ahora bien, si aquel que optimiza el tiempo al máximo para trasladarse de un lugar a otro, que es capaz de estacionar el auto en apenas 2 o 3 maniobras en un espacio sumamente reducido o que realiza magistrales "demostraciones" de habilidad de manejo en situaciones límite (como para evitar un inminente choque) es considerado un as del volante, entonces sin duda quienes llevarían ventaja serían los hombres. Es cierto que es un tanto contradictorio decir que se tiene habilidad para evitar accidentes si en realidad está demostrado que somos los principales en causarlos, pero debo decir que en mi experiencia, es mucho más fácil causar un accidente que evitarlo; incluso siendo prudente.

Teniendo en cuenta todo lo dicho, debo sacar una conclusión: puedo decir que sin dudas, los hombres son muchísimo más hábiles al comando del automóvil, pero no caben dudas que la torpeza de las mujeres es completamente inofensiva comparada con la imprudencia de los hombres. Tal vez sería hora de dejar nuestro machismo de lado y aprender a manejar con mas "tranquilidad"...como ellas.

martes, 2 de junio de 2009

Hipoglesía

La historia nos muestra que con el pasar de los siglos, siempre existirán pueblos oprimidos y pueblos opresores, países pobres e imperios poderosos; el poder cambia de manos sistemáticamente cada determinado tiempo pero hay alguien que siempre está al lado de aquellos que manejan los hilos del mundo. Son algo así como el opuesto de Robin Hood. Mentirosos, soberbios, asesinos. No les importa que mueran cientos de miles de irakíes día a día, pero se escandalizan por el uso del preservativo o por la despenalización del aborto (y de hecho, ambos salvan vidas). Se llenan la boca hablando del amor a Dios, de los pecados, de la Biblia y cuanta porquería inventaron hace miles de años. Son la empresa más grande del planeta y se mantienen con plata que nos sacan a todos. Tienen el poder para intervenir en guerras, matanzas y genocidios, sin embargo salvo en casos excepcionales se lavan las manos sin que se les mueva un pelo. Y como si esto fuera poco, su líder máximo es homofóbico.

Si bien han habido, a pesar de todo, ciertas excepciones de parte de esta gente, como es el caso de Monseñor Romero de El Salvador, sólo basta con ver en qué terminan: en 1980 después de oponerse por años a la represión que sufría su pueblo y tras su memorable discurso al ejército salvadoreño, lo mataron a sangre fría, de día, en la capilla de un hospital, mientras daba misa frente a su gente (curiosamente un 24 de marzo). El papanatas de turno, Juan Pablo II, guardó silencio. Y no era la primera vez que lo hacía ni tampoco sería la última. Romero ya le había hecho saber en varias oportunidades la situación desesperante que atravesaba su pueblo a través de comunicados e incluso lo había hecho personalmente en febrero de ese año. El Papa hizo oídos sordos, al igual que en 1982 cuando visitó nuestro país durante la efímera ocupación Argentina de las Islas Malvinas. Llegó, dió su discurso, pero se cuidó especialmente de utilizar palabras como "guerra", "soldados", "islas" o cualquier otra que tuviera que ver con el conflicto que atravesábamos en ese momento con Gran Bretaña. Tampoco dijo nada acerca de la Dictadura que castigaba a la Nación a pesar de que sabía perfectamente la situación que sufríamos los argentinos.

De todas maneras era preferible tener a Juan Pablo II antes que a Benedicto XVI. Este hombre no puede ser considerado un simple papanatas. Este hombre es peligroso. Perteneciente a la Congregación para la Doctrina de la Fe, institución heredera de la Inquisición, ¿que se podía esperar de él? Comenzó en 1986 con su "Carta sobre la atención pastoral a las personas homosexuales". De más está decir que hablaba de la homosexualidad como si fuera una enfermedad y utilizaba términos como "objetivamente desordenada" o "intrínsecamente malo" para referirse a ella. Años después, en Julio de 1992, envía a una carta a los obispos de EE.UU. titulada: "Algunas consideraciones concernientes a la Respuesta a propuestas de ley sobre la no discriminación de las personas homosexuales". El contenido de la misma básicamente deja en claro que apoya abiertamente la discriminación de personas homosexuales en ciertos ámbitos sociales (adopción, profesorado o entrenadores deportivos y en el ejército). Siguiendo con esta ideología, en 2003 publica las "Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales" (al menos se digna a llamarlos "personas"). No hace falta aclarar su postura, pero si podemos decir que califica a dichas uniones como "graves depravaciones" y que no deben recibir aprobación "en ningún caso". * Dos años después El Vaticano haría público un documento titulado "Sobre los criterios de discernimiento vocacional de las personas con tendencias homosexuales" que afirma que "no se puede admitir al seminario ni al orden sacerdotal" a quienes "practican la homosexualidad", a quienes "presentan tendencias homosexuales profundamente arraigadas" y a quienes apoyan la cultura gay. Finalmente este año en su viaje por el continente africano se dedicó a predicar en contra del uso del preservativo; considerando que África es el lugar donde más casos de SIDA hay en el mundo, podemos decir que es una actitud cuanto menos, irresponsable.

¿Cuantos muertos tiene en su placard la Iglesia? Es incalculable. Tendríamos que tomar en cuenta tantos hechos nefastos, que nos llevaría una vida averiguar a ciencia cierta tal cifra. ¿Como es que se llenan la boca hablando de votos de castidad, de abstención, de confesar los pecados teniendo entre sus filas a tantos abusadores de menores? Fortunas gastan en abogados defensores para tapar los escándalos con sus curas, y cuando se les pregunta al respecto optan por el silencio. ¿Por que nadie los detiene? Porque es imposible. No sólo por ser y estar siempre al lado de los poderosos. Tienen a su favor algo invaluable: el apoyo de la enorme mayoría de la población mundial. La Iglesia no sería nada de no ser por los miles de millones de "fieles" que los siguen; a la Fe no hay con que darle. Podría dar muchos argumentos para poner en evidencia que lo que dice la Biblia es mentira, pero no hay peor sordo que el que no quiere escuchar o como dijo Yub Le alguna vez "Y jamás podrás igualarme en mi forma de entender y jamás podrás enseñarme lo que no quiera aprender". ¿Por que la Fe es tan poderosa? Porque es la mayor excusa que tiene el hombre para desligarse de sus responsabilidades. No hay mejor manera de evitar hacerse cargo de lo que uno hace que depositar la "culpa" en un ser inexistente.